Un mes después... —¿Cómo se siente, querida? —Pregunta Ryanah tomando la mano de Keisha. La futura reina se encuentra frente al espejo mirando el peinado que le hicieron las sirvientas para esta tarde. Su largo pelo lo tiene reunido en una hermosa trenza que cuelga como cascada en su espalda y encima de su cabeza lleva una fina corona de oro con algunas piedras preciosas. Aún no lleva su vestido puesto porque está esperando que Andora la ayude. Hoy es su coronación como reina de Kresla y su respiración no se ha normalizado desde que amaneció. Sus manos están frías y sudorosas. En su garganta persiste un nudo doloroso que no le permite estar del todo bien. La última vez que desfiló frente al pueblo, fue cuando vino para desposar al rey. Ese día aún lo recuerda como uno de los más doloro

