—¿Se encuentra bien, general? —Andrés llega hasta ellos y lo toma suavemente del hombro. Ismael abre los ojos, levanta la vista y niega. —Ella no podrá resistirlo —dice. Su voz entrecortada es apenas audible para Andrés, quien se agacha y busca el pulso de Keisha, pero frunce el ceño al instante. —Ha perdido demasiada sangre. La reina se nos va a morir. Andrés ni siquiera sabe qué responder, su desesperación aumenta al ver las heridas de la reina. Realmente se ensañaron con ella y de la peor forma. Pasa sus dedos por su rostro pálido y traga grueso. Debía estar cerca de ella y protegerla. Falló a la única persona que realmente le importaba en Kresla. —Esos malditos lo hicieron —Una rabia se forma en la mirada del soldado mientras habla. Él también tiene varias heridas sangrantes, pero

