Sorpresa

1593 Palabras
CADER.   Estoy en mi habitación, aún en mi cama acabo de despertar y veo la hora en mi despertador, que por cierto hoy no sonó, quizá se averió después compraré otro en este momento solo quiero seguir durmiendo, escucho mi celular sonar ¡Maldición! Siempre tiene alguien que interrumpir, tomo mi celular de mi mesa de noche que esta a un lado de mi cama, y contesto. —Sí, diga que es lo que quiere —. Contesto muy molesta. —Cader, linda ¿aún sigues dormida? Ya es demasiado tarde. ¡Maldición! Es la directora de la universidad. —Buenos días, Clara, no pienses que estaba dormida es solo que hice un poco de ejercicio, y me siento cansada. —Está bien, Cader, tengo algo que darte es una sorpresa, puedes venir una hora antes que comiencen las clases. —Si, Clara, solo me arreglo y salgo para la universidad. —Date prisa, y dale saludos a tu padrastro de mi parte —Dice la mujer antes de colgar. Clara es la directora de la universidad, ella también era amiga de mamá, también sabe de la muerte de mamá. Tengo algo en la espalda que me causa molestia, me levanto de mi cama para saber que es, y me doy cuenta de que es mi diario. No es un diario común, ahí están escritas todas las experiencias sexuales que quiero tener, si alguien lo lee estaría muerta, siempre escondía mi diario de mamá, si ella lo hubiera leído me hubiera practicado un exorcismo.  También tengo que comprar un nuevo candado para mi diario, el que tenía se rompió, y no me siento segura, que mi diario no tenga llave, compraré uno cuando regrese de la universidad.  Me levanto de mi cama, y dejo mi diario en mi mesa de escritorio donde estudio, y tomo una toalla y me dirijo al baño, enciendo el agua y me apresuro a entrar, siento el agua tibia caer por mi espalda se siente realmente bien. Después que termino de bañarme, seco mi cuerpo con una toalla y aplico mi crema con olor a vainilla, es mi favorita y seco mi cabello con la secadora, mi cabello es largo y ondulado naturalmente, no hago nada con mi cabello solo aplico un poco de laca para evitar que mi cabello se alborote durante las prácticas. Me dirijo a mi armario y saco mi uniforme de porrista, odio este uniforme, la falda a penas me tapa el culo, pero todo era porque mamá decía que al ser porrista tendría más oportunidades. Me cambio y después me maquillo, muy natural como siempre acostumbro, me dirijo a mi escritorio y veo mi horario de clases y los libros que utilizaré este día. Guardo todo los materiales en mi bolso, y cuando ya estoy lista me dirijo a mi espejo, y me siento satisfecha tampoco voy a negar que el uniforme de porrista me queda perfecto y se ajusta a mi cuerpo, y mis zapatos blancos que vienen con el uniforme de porrista son realmente cómodos, aunque no me gusta que sean blancos, pero tiene que hacer juego con el uniforme que es de color blanco y rojo. Tomo mi bolso y bajo por las escaleras hasta llegar a la cocina, ahí está Juan. —Buenos días, Juan. —¿Buenos días? Ya viste la hora que es, Cader es muy tarde. —¿Qué hora es? —pregunto muy confundida. —¿Es en serio? Son las 11:30 —me dice Juan realmente molesto.  ¡Maldición! No me fije en la hora, por eso Clara me llamo, las clases en la universidad comienzan a la 1:00 pm, y Clara me dijo que estuviera una hora antes, Ósea a las doce en punto, solo me queda media hora para llegar a la universidad. —Tienes razón, Juan, lo siento ayer no me podía dormir, por eso me desperté a esta hora «bueno, me estaba masturbando pensando en mi nuevo profesor, eso le quita el sueño a cualquiera». —No importa, solo quiero que seas puntual, como te lo enseño tu madre, que en paz descanse —Me dice Juan, con una sonrisa. —Gracias, Juan por aguantarme y por amar tanto a mamá. —También a ti, Cader eres como mi hija. —Tú eres como mi padre, y ahora me voy porque se me hará más tarde. Me despido de Juan, y me dirijo a la salida para ir a tomar un taxi. Cuando estoy afuera de mi casa, camino un poco y veo a mi amigo Nelson, él es un chico realmente guapo que siempre coquetea conmigo, pero a mí no gusta, solo puedo pensar en mi rico profesor, que en unas horas lo veré. —¡Hola, Cader! —me grita Nelson desde lo lejos. Nelson viene hacia mí. —Te ves tan hermosa con ese traje de porrista —me dice Nelson, mientras me saluda con un beso en la mejilla. —Gracias, lo siento Nelson, pero tengo que darme prisa o llegaré tarde a la universidad, nos vemos luego. —Si quieres, yo puedo llevarte no hay ningún problema —Me dice Nelson, señalando su auto nuevo. Nelson es un niño rico de 23 años, su padre es dueño de algunos edificios y en este momento está presumiendo su auto nuevo, que a mí me da igual, pero en este momento me será útil. —Sí, puedes llevarme, muchas gracias, Nelson. —No tienes nada que agradecer —me dice Nelson, mientras nos dirigimos a su auto. Subo al auto de Nelson, y durante el camino me platica de lo asombroso que es su auto,  y otras cosas que no me importan. Solo puedo pensar en Marcos, su semen caliente cayendo sobre mí, sus ojos verdes penetrantes y su hermoso cuerpo su piel trigueña perfecta. —Cader, ya llegamos —Me dice Nelson, mientras toca mi hombro. —Muchas gracias —me limito a decir. Durante todo el camino, solo pude pensar en Marcos. Bajo del auto de Nelson, y me dirijo a la entrada de la universidad y me doy cuenta de que el auto de Marcos, está estacionado afuera. Entro a la universidad, y camino con mucha prisa hacia el salón, pienso que Marcos estará ahí, pero cuando llego al salón me doy cuenta de que no está. Mi mente pervertida solo puede pensar en una cosa «será que otra vez, se está masturbando en el baño». Tengo la tentación de ir a ver, pero mejor me dirijo a la oficina de la directora, tengo que ser puntual como me dijo Juan. Camino por el pasillo, hasta llegar a la oficina de la directora y toco la puerta. Escucho que ella, me da la autorización para pasar y entro. —¡Buenos días, Clara! —Digo pero ¡Oh sorpresa! Marcos está aquí. Sé que Marcos, trata de no verme, pero sé que le es imposible en unos segundos, él recorrió mi cuerpo con sus hermosos ojos por completo. —Hola, profesor Marcos, ¿cómo se encuentra este día? —Le digo, mi voz suena de lo más animada. —Muy bien, Cader, gracias por preguntar. —Te llamé, Cader, porque quería entregarte esto —dice Clara, mientras saca algo de una caja, pero luego me doy cuenta de que es el trofeo que ganamos por la mejor rutina. Grito muy emocionada, para que parezca que este puto premio me interesa, cuando solo quiero arrojarlo a la basura. —Es lo menos que mereces, por ser nuestra alumna estrella —. Dice Clara. —Cader, ya que estás aquí por favor, enséñale la universidad al profesor Marcos —Me dice Clara. Trato de que mi emoción no se note tanto, lo mejor de todo es que la universidad está sola, puedo coquetear como yo quiera con Marcos. —Vamos, profesor le enseñaré la universidad —Le digo mientras lo tomo del brazo. —Pero, usted me dijo que quería hablar conmigo directora —Dice Marcos, pero sé que él no quiere estar conmigo a solas. —En realidad, no tenemos mucho de que hablar, yo quería enseñarle la universidad, pero ya que Cader es la líder de porrista y la presidenta de su clase, y número uno de toda la universidad, ella le puede explicar algunas cosas y también mostrarle nuestra universidad —. Dice Clara. —Está bien, no hay problema —. Dice Marcos. —Entonces, vamos profesor —Le digo mientras lo tomo otra vez del brazo. Empiezo por contarle a Marcos, algunas cosas con respecto a la universidad, pero me doy cuenta de que él solo observa mis labios, y mi mente pervertida sabe lo que Marcos puede estar pensando. —No tengo mucha experiencia en el sexo oral, profesor.  —¡¿Qué dices Cader?! —Dice muy sorprendido.  —Usted, no estaba poniendo ni la más mínima atención, solo observaba mis labios, entonces supuse que estaba pensando en sexo oral.  —¿Sabes leer mentes? Cader, que ahora sabes lo que estoy pensando —me dice, con una sonrisa sexy que me derrite. —No es eso profesor, lo que pasa es que me doy cuenta de todo, además, usted a veces es una persona muy transparente.  —No sé ni que decir, de verdad eres una chica increíble Cader. —Podemos ser amigos, profesor, aún mejor podemos ser mejores amigos, usted me cae muy bien.  —Pero ¿no te molesta mi edad Cader? —Me pregunta Marcos. Si él supiera, que su edad es lo que más me excita. —Claro que no profesor, es todo lo contrario, es lo que más me excita de usted, pero es una lástima.  —¿Qué es una lástima Cader? —pregunta. —Que este casado, eso es una lástima.  Él se queda callado por un momento, pienso que quiero platicar con él frente a frente.  —Estoy cansada de recorrer la universidad, mejor vamos al salón de clases, y podemos platicar más tranquilos. Lo tomo de la mano, y nos dirigimos al salón de clases.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR