Mi celular suena, eso me saca por completo de mis pensamientos, limpio las lágrimas que acabo de derramar al recordar todo eso, y contestó la llamada, es un número desconocido. —¡Hola! Marcos, lo siento por no contesta tus mensajes, mi padrastro me trajo a un fin de semana de vacaciones, él quiere pasar más tiempo conmigo, él me quito mi celular, dijo que me lo devolvería hasta el lunes. —No te preocupes hermosa, lo entiendo y disfruta mucho, te lo mereces y aléjate de las serpientes. —No te preocupes, estoy realmente bien y aquí no hay serpientes, solo cocodrilos —me dice. Puedo escuchar a Cader reír, ella me levanta el ánimo por completo. —Marcos, creo que Juan me está buscando, te llamo el lunes temprano, cuando me devuelvan mi celular. —No te preocupes, cuídate mucho Cader. Ella