CADER. Sábado por la mañana. Estoy en una habitación, casi no puedo ver nada todo esta a oscuras, solo puedo sentir el olor a colonia de Marcos, también puedo sentir la suavidad de las sábanas de la cama. Él besa mi cuello hasta subir a mis labios, que esperan con ansias para sentir su lengua, siento su erección entre mis piernas. Abro más mis piernas, quiero sentir más cerca su pene, se siente realmente grande, sé que dolerá, pero no me importa. Marcos levanta mis brazos, sosteniendo mis muñecas. Él no dice nada, yo tampoco, solo quiero disfrutar de este húmedo momento. Marcos me saca las bragas, después se quita el bóxer y también toda su ropa, su cuerpo es completamente un espectacular sueño. Marcos abre más mis piernas. Él mueve su v***a sobre mi clítoris, un escalofrío recorre