55

1126 Palabras

Javier cayó rendido sobre el cuerpo desnudo y agitado de su novia, tratando de recuperar la respiración. Hacía unas horas que la fiesta había terminado, aunque para la pareja se había prolongado demasiado. Habían estado toda la noche bailando apretados, besándose, acariciándose, juntando muchas ganas. Y el alcohol que ingirieron lo único que hizo fue desinhibirlos. Los familiares querían seguir la fiesta hasta el amanecer, pero los echaron con la excusa de que estaban cansados. Más bien, solo querían quedarse a solas para saciar sus ganas. —No me canso nunca de estar con vos —murmuró él contra sus labios—. ¿Qué hechizo tiene tu cuerpo, rubia? —Es que el día que hice pizza casera, en tu porción puse algunos pelos como si fuera un amarre —contestó ella, provocando que ambos se rieran.

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR