Martina se despertó al mediodía de un salto. Javier no estaba a su lado, ni tampoco estaba en la cocina, pero encontró una nota pegada en la heladera en la que le avisaba que había ido a la empresa. Julieta ya se había ido también, pero le dejó el almuerzo preparado. Le agradeció mentalmente y comenzó a comer mientras revisaba las noticias en su teléfono. Esa noche tenía un desfile, Benito la esperaba en su estudio a las dos de la tarde, tenía que presentarle a sus nuevas compañeras y comentarle sobre un nuevo proyecto en Barcelona. Con solo leer el nombre de la ciudad, se sintió emocionada. ¿Pero Javier iría con ella? Un sentimiento de tristeza recorrió su cuerpo. No sabía si él iba a dejar el negocio familiar, pero ella no iba a dejar de viajar y trabajar de modelo solo porque él no