Me detuve al momento de escucharlo decir esas cinco palabras. Se me quedó mirando serio para ver la reacción que pondría, la cuál ni yo sabía. No sabía si gritar, enojarme, llorar o brincar y abrazarlo. Me separé un poco de él y puse mi mano en mi frente agobiada. - ¿Qué yo soy tu mate? – El asintió - ¿Por qué no me lo dijiste hace tres meses Dominic? - No podía – Bufé indignada – Pero no por qué no quisiera, tenía que esperar hasta tus 18 años para decirtelo. - ¿Y esa estúpida regla de donde la sacaste? - De mi manada. - ¿Si sabes todo lo que me ha pasado verdad? – Alcé un poco mi voz llamando la atención de las personas a nuestro alrededor. No dejé que me contestara y me salí al jardín, ya que sabía que me segui