Las semanas han pasado algo lentas para mí, aunque Aitana que está con los preparativos de la boda, se queja de que no le rinden los días, le he propuesto contratar a alguien más en la oficina, pero no quiere, dice que ama su trabajo y claro, a su jefe y no quiere dejar de trabajar, a menos que sea muy necesario. En estos últimos días, no he sabido nada más de mi madre, aunque por alguna razón me siento tranquilo, parece que realmente estaba arrepentida y encontró la paz en algún lugar. En cuanto a Igor, el circo se fue y espero que no volvamos a saber nada de él, ni de los padres de Aitana, a veces tenemos que alejarnos de las personas que llevan nuestra misma sangre para poder ser felices. —Caleen —llama mi atención Aitana entrando a la oficina—. ¿Estás bien? —Sí, solo estoy muy en