Un mes después seguían los demonios causando nuevo caos en el mundo mortal, más personas poseídas cometiendo pecado en nombres de inocentes, homicidios, violaciones, incendios, influencias negativas.
Un mes en el que había estado escondida en el infierno, paranoica, tenía miedo de que alguien quisiera dañarme a mí o a mi hijo, incluso temía por la vida de Lucifer, que había armado todo un ejercito de contención para controlar a los demonios que estaban causando tanto lío.
— Tragiste a Belial a dormir a nuestra habitación. — preguntó Lucifer al tiempo que ingresaba a la habitación. Nuestro hijo ya tenía dos meses y se veía lo bastante grande como para pensar que tenía ocho meses, tenía miedo de que creciera demasiado, pero Lucifer y los demás me tranquilizaban diciendo que estaba bien, q
