En cuanto llegamos al infierno Lucifer dirigió a Lilith al calabozo, dejándome a solas con el íncubo en medio del pasillo, suspire resignada y me quedé mirándolo, el chico temblaba y se veía ojeroso. — Debiste haberme dejado morir... Me he convertido en un ser deplorable, soy una carga para ti y nuestro rey, incluso para mi madre soy un chantaje, un objeto valioso y reutilizable... Ya no soy su hijo, y tampoco soy ni la sombra de lo que solía ser, después de que me volviera adicto a su majestad, deje de ser valioso para ella, mi madre me desprecia... — suspiro y evadió mi mirada. — me llamo débil y me dijo que me olvidara de que ella era mi madre. — agachó el rostro y se abrazo a si mismo sin intención de mirarme. — Creo que eres un joven inteligente y valioso... ¿Habías estado en la t