— No es un chantaje, aunque si lo quieres ver así... — respondió Lilith con una sonrisa burlona. — lo único que pido es que me devuelvas a mi forma natural, claramente lo merezco, por dejarte darle su energía. Entonces... ¿Tenemos un trato? — preguntó con arrogancia. — Que ridícula te ves creyendo que mi reina aceptará tal chantaje. — respondí con altivez, Natalia a mi lado contenía sus emociones que a pesar de su gesto apacible podía darme cuenta de lo que estaba pasando. — ¡Demonios! ¡Les doy cinco minutos para que piensen y recapaciten! Ustedes verán si vuelven al infierno por su cuenta o si mueren aquí mismo. — les dije con voz firme. Me gire hacia Natalia, parándome justo frente a ella, aún nos manteníamos en el aire así que aunque estuviéramos rodeados, nuestras alas nos ocultaban d