—¿Pablo? ¿Nuestro mejor amigo? —El nombre salió suavemente de la boca de Travis, sonándole familiar, aunque su mente no lograba recordar los años que había pasado junto a Isabella, ni mucho menos ese supuesto amigo. Isabella asintió con la cabeza y se arrodilló suavemente, arreglando las flores frente al enorme árbol. —¿Quién es? —preguntó él. —Nuestro perro —respondió Isabella, lanzándole una mirada expectante a Travis, esperando cualquier señal de que recordara al perro que acababa de mencionar. Al ver que su expresión permanecía igual, ella presionó los labios en una fina línea y suspiró, asintiendo. —Sí, no esperaba mucho —murmuró mientras se ponía de pie, sacudiendo su vestido. —¿Teníamos un perro? —preguntó Travis, optando por ignorar el hecho de que ella había llamado “mejor

