Frente al espejo, Anastasia suspiró, con el ceño fruncido mientras se observaba, por un instante, dudó de si realmente podía llevar el atuendo que había escogido. Su estilo habitual, siempre con la mentalidad de una abogada y una mujer de negocios, consistía en un sencillo mono o pantalones con blusa, pero esta noche había decidido cambiar las cosas. Esta noche, llevaba un vestido ajustado hasta la rodilla, con un corte en la parte delantera que dejaba al descubierto la piel desnuda de su muslo y su cabello, que usualmente recogía en un moño desordenado, caía libre por su espalda mientras sus labios lucían un rojo intenso y sus pestañas estaban largas y seductoras. Mientras se examinaba, su mente comenzó a divagar. ¿Por qué había aceptado salir con Lloyd? ¿En qué demonios estaba pensan

