Capítulo 25

2409 Palabras

Mientras Santiago se encarga de pedir aquellas hamburguesas prometidas, yo me quedo mirando con más atención la cocina. Es muy amplia, incluso tiene una barra de tragos y un armario lleno de diferentes tipos de alcohol. Creo que le gusta tomar de vez en cuando. Apoya sus brazos en la mesada central y me mira con interés. Arqueo las cejas y sonríe. —Entonces, ¿te gusta la cocina? —pregunta. Asiento con la cabeza. —Confieso que es más grande que mi departamento. Vivo en un monoambiente, tiene cocina comedor, baño y una habitación. Está todo pegadito —replico—. Esto es un lujo. —Bueno, cuando quieras podés venir acá. Tengo muchas habitaciones libres. De hecho, hasta me molesta tener esto tan grande y tan vacío. Y para colmo, casi nunca estoy en casa. —¿Y entonces para qué tenés algo

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR