Mi celular suena avisando que tengo un mensaje en cuanto salgo de bañarme. Antes de leerlo me visto con una blusa rosa de mangas cortas, un jean y unas sandalias de tacón.
A veces me gusta arreglarme aunque sea para estar en casa. Luego me seco el pelo con el secador y me dispongo a leer el mensaje.
Casi me caigo al leerlo y no puedo evitar pegar un gritito de sorpresa y felicidad al mismo tiempo. Te amo. Son dos palabras simples que me llenan el alma, me alegran la existencia y me hacen la mujer más feliz en la faz de la tierra.
Yo también te amo, le escribo junto a una carita emocionada y cinco emojis de corazón. Hace años que quería decírselo, pero tenía miedo de que fuera muy pronto para él. Aunque creo que una propuesta de matrimonio es más fuerte que un te amo.
¿Será que no s
