Randy Cuando regreso a mi casa, veo las maletas de Leidy en la entrada. —Quería decirte algo antes de irme, —está parada en la sala mirándome. —¿Qué? —pregunto. —Es sobre ella. —No digas nada de ella. —Comienzo a la defensiva, sacude la cabeza. —No la voy a insultar. Solo que hay algo que nunca te dije —dice. —Cuando ella se quedó en mi departamento sabía quién era. Becky, la mujer que amaste y la que te rehusaste a decir su nombre. Cuando estuve en tu oficina después de que tú me rechazaste, ella estaba ahí. Y vi su foto en tu escritorio. Jugué a la chica buena y le dije cosas feas de ti, le hice creer la horrible persona que eras conmigo. Ella lo creyó. —Recuerdo ese día, ella estaba diferente. Empuñé las manos y apreté los dientes. Me acerqué a ella. —Te pido disculpas por ello.