Becky
—¿Aceptas ser mi esposa? —Mark Becker me mira con ojos brillantes y una sonrisa espléndida. Llevamos seis meses de novios, y no sé si deberíamos estar tomando este paso, él yace en una sola rodilla con la mano extendida a mí con una caja en ella, un anillo blanco sobresale con una piedra hermosa. Es roja, un rubí. Las personas a nuestros lados se detienen a vernos, y unos están con sus celulares grabando la escena que toda mujer sueña. Nos encontramos en nuestro restaurante favorito, él me llamó para decirme algo importante. Solo que nunca pensé que era esto lo que tenía que decirme.
Mi corazón martillea con mi pecho, el nerviosismo toma la delantera. No sé qué hacer. Lo quiero mucho pero no es la persona que amo, no puede ocupar mi corazón cuando le pertenece a otra. A otro hombre
