Capítulo 35
—Me pareció que eras tú —el brazo de Gregory serpenteó alrededor de mi cintura mientras me tomaba posesivamente en sus brazos y me besaba.
—¿Q-q-qué...?
Una lengua manchada de cerveza violó mi boca.
Me tomó un momento salir de mi estado post-flamenco, para que los acontecimientos de los últimos meses se filtraran en mi confusión. Mal aliento. Figura larguirucha. Este era Gregory, no el hombre al que quería besar. Golpeé mis palmas contra su pecho.
—¡Aléjate de mí!
Rompí el beso, pero Adam lo había visto. Se detuvo, congelado tres pasos en la pista de baile donde había comenzado a caminar hacia mí para reclamar su premio, su sonrisa desvaneciéndose mientras sus ojos verdes azulados se llenaban de traición en lo que, a su percepción, me arrojé a los brazos de un hombre al a
