«¿Es en serio?», me cuestiono mentalmente, «porque lo que me acaba de decir Violeta, tiene sentido visto de la forma en la que lo planteó, pero no creo que sea posible, que me haya engañado por dos años. O, ¿sí?». —Ey, Peter… Perdón si dije algo que no debía —se excusa y yo niego rápidamente. —Tranquila. Dijiste lo que sentiste y tu punto de vista, el cual es totalmente válido —le digo con calma. —¿Sabes? lo más irónico de todo es, que tus papás deberían pensar igual de mí, porque al final acepté pasarme por tu novia, por dinero —comenta intentando sonar relajada, pero se nota la tristeza en su voz. —No digas eso, Lety. Tú no eres así… Yo fui quien te lo propuso, además porque sé que, si no estuvieras en riesgo de perder todo lo de tu negocio, no habrías aceptado —le digo, intentan