Voy directo al baño, me alisto para acostarme y reviso cómo tengo la herida en la mano. Noto que ya cerró, pero está como “blanda”, lo que me hace suponer que a eso se refería Violeta cuando dijo que tocaba destaparla, para que se seque y así lo hago, ya que el vendaje sale completamente limpio.
Sonrío al pensar en Violeta y recordar el delicioso olor a flores que salía de su cabello, mientras estaba recostada en mi hombro, también su rostro tranquilo y apacible, cuando salí del apartamento y la dejé en su habitación.
Había sido una imprudencia conducir habiendo tomado al menos, media botella de vino, pero ya me daba vergüenza volverme a quedar, además, que necesitaba volver a casa y pensar con cabeza fría, respecto a todo lo que había sucedido en el día.
Me meto a la cama y me quedo
