Capítulo 30. Aliméntate.

2067 Palabras

Ni fuimos, ni somos, ni seremos. Porque para ser hay que estar y no quisimos ni ser, ni estar, ni querer. ~Fer Dichter. ■■■■■■■■■■■ Un nuevo día se dejaba ver a través de una enorme ventana cubierta con una cortina de color azul. Lucy abrió los ojos con lentitud y miró a su alrededor, su aventura de anoche había terminado de un modo único, recordó los besos que Alexander dejó sobre su piel y las caricias perfectas que aun podía sentir, sonrió inconscientemente y escuchó los llantos de un bebé. —Damian— dijo un poco preocupada de que su hijo estuviese solo. Se levantó de la cama y fue a ponerse una bata para cubrir su cuerpo desnudo, salió descalza y caminó por un pasillo hasta llegar a la habitación donde dormía su bebé, los llantos habían cesado, pero eso no la detuvo de entrar.

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