CONFIANZA, sin saberlo TODO ES Del otro. Es no necesitar saberlo.
¿Puedo confiar en un convicto del cual no se absolutamente ya los que todos parecen temer? Yo creo que no. Pero, ¿qué otra opción tengo? ¿Quedarme aquí? Hasta que uno de esos malditos sicópatas me hacen cosas asquerosas. La otra opción sería irme. Confiar en él y en su palabra ¿Confiar? La persona más desconfiada en este mundo. No confío en nadie, porque siempre me decepcionan. Incluyendo a mi familia y eso realmente es un golpe y duele. No confió en nadie
- vamos - murmura con voz ronca y profunda el demonio con cara de ángel.
Toma mi mano y heno esta de nueva esa sensación de electricidad haciendo que mi corazón y nervios se disparen más de lo que ya están. Pero aunque este demonio sexy nuble mi mente, no me muevo para nada de mi sitio.
- no - susurro para mi misma.
Me mira fijamente y se de cuenta la batalla que estoy viendo en mi cabeza. Sabe que me estoy debatiendo en confiar en él y salir con el o quedarme y quedarme sola.
- escucha bien. -. Murmura de reojo a la puerta y rápidamente devuelve su mirada a mi. Tomando mi cara entre sus dos grandes manos, haciendo que alce la mirada hacia el, dado que todo está tiempo él estado mirando al frente hacia su pecho. ¡Maldición! Porque están alto - tienes dos opciones y eso ya las sabes, te las diré en voz alta para que lo proceses mejor. - murmura entre dientes- confiar en un maldito diablo, o quedarte aquí sola - murmura y esos ojos azules tan intensos
- no sabes lo difícil que es para mí confiar- susurro
- pues te va a tocar. - murmura con seguridad. - los hechos hablan por si solos ... solo lo me juzgues ahora- murmura en voz apagada y ver la sinceridad tan grande en sus ojos
- solo sácame de aquí ... no lo digo por mi, me daría igual morir, pero hay alguien que me espera y que está muy mal de salud ... y si no llego a estar, no tengo quién la cuide - susurro con voz rota, lo veo tensarse y Asiente.
Me toma del brazo y me lleva a la puerta. Se asoma el primero y mira hacia ambos lados del pasillo. Se siguen escuchándo gritos. Se devuelve y me mira y suspira pesadamente, toma mi bolso y me arrastra, otra vez para afuera. Camina rápidamente conmigo a través del pasillo, mirando con cautela a ambos lados. Me esconde detrás de él y veo que aparece un hombre, uno con una cara de asesino serial, observo como su espalda se tensa al ver a ese hombre.
- Diablo, veo que ha encontrado al trofeo. - murmura mientras me observa de arriba a bajo. - Me quedaré callado, si la compartes conmigo- pide y trago fuertemente.
- claro. - dice el ¿diablo? - acércate más - le pide. - no quiero que nadie más nos observé y la vean - murmura - voy a mirar hacia la bodega, quédate con ella y que nadie la vea. - habla y lo miro suplicante que no me dejo con el. - no le hagas nada. - amenaza y el loco asiente. Pero yo no confío en el ni en su mirada. Me haré algo lo sé. Veo irse al diablo por el pasillo que va a la bodega
El tipo rápidamente se acerca con una sonrisa y me mira con deseo. Jala mi mano y trato de que me suelte y no lo hace.
- me gustan así. - murmura, mientras saca su lengua y trata de pasarla por mi mejilla y empuño mi mano llevándola con fuerza a su nariz. Trato de aguantar el grito de dolor, veo la mueca que hace el hombre y sangre que sale de su nariz- maldita perra.- habla con veneno - traté de ser lindo contigo, pero verás lo que te haré. - murmura tomándome del cabello con fuerza y sacando una navaja de su bolsillo y poniéndola en mi mejilla. - te voy a destrozar la cara, por arruinar mi hermosa nariz - cierro los ojos con fuerza al sentir la navaja en mi mejilla.
- eres desobediente- murmura entre dientes el diablo. Tomando al loco por el cuello con fuerza y tirándolo al piso.
- ella destrozo mi hermosa nariz- murmura con miedo. La mirada que le lanza el diablo al degenerado es escalofriante- lo..mejor es..que llame..a todos...- murmura con miedo, al ver como el diablo camina lentamente hacia el, como si fuera un león y el su presa.
- no vas a llamar a nadie si quieres vivir - murmura tomando la navaja y pasándola con fuerza por su cara marcando una x grande en su mejilla y el loco solo se queja en silencio- nadie desobedece una orden mía y menos tu. - asegura de manera fría. - ahora levántate y camina hacia la bodega.
El loco con la cara ensangrentada camina hacia la bodega y el diablo se gira hacia mi , con una sonrisa siniestra. Apuesto que mi cara es de espanto, no que me da más miedo ahora. Estar aquí , rodeada de locos. O estar con el.
- ven - me ordena y niego rápidamente aterrada. Rueda los ojos con diversión y camina hacia mi y toma mi mano con fuerza. - no piensas en más de lo que puedas procesar
Trato de soltarme de su agarre pero me aprieta mi mano con fuerza y me arrastra en contra de mi voluntad.
Cuándo llegamos a la bodega el loco lo mira.
- cómo vamos a entrar si las tarjetas de acceso las tienen ellos ahora. - murmura mirándome de reojo - disfrutemos la aquí.. desnúdala - pide
Veo al diablo tensarse y suelta mi mano y abre su pantalón y mete su mano en sus boxer y voy a decir algo y veo que saca una tarjeta de acceso. Haciéndome callar la boca y preguntarme ¿de donde la saco? ¿Cuanto tiempo la tiene? Abre la bodega y le hace seña para que entre el degenerado y rápidamente el lo hace y me mira de reojo a mi. Dudo en entrar y rueda los ojos y con sus manos todas sucias que estuvieron en sus partes íntimas, me vuelve a tomar de la mano. Arrastrándome a dentro de la bodega.
Cierra la puerta y mira al degenerado que esta quitándose la ropa rápidamente
- que rayos haces ?
- quitándole la ropa. Quítatela tu. Yo le quitare la ropa a esta belleza. Haremos un trío - sonríe y abro los ojos sorprendida
- trío? Que te hace pensar que me gusta compartir?- pregunta mordaz y con una mirada oscura. Trago en seco.
El loco pone una cara de confundido y no ve venir el puñetazo que va hacia su rostro, derribándolo con fuerza contra el piso, me quedo paralizada y niego una y otra vez al ver, como el diablo se lanza hacia el como una fiera rabiosa y hambrienta. Un golpe tras o otro sin darle la oportunidad de defenderse y dejándolo inconsciente o muerto en el piso. Se detiene al escuchar un grito de horror de mi parte. Gira rápidamente su rostro hacia mí y me mira con frialdad. Retrocedo hasta chocar con un estantería de medicamentos. Haciendo que unos cuantos medicamentos caigan al suelo. Lo veo girarse y mirar al cuerpo del hombre. Con manos temblorosas, recojo lo que se calló, tomándolas con fuerza y poniéndolas en su lugar. Respiro hondo y pienso rápidamente.
Me voy a lo último de la bodega y me siento en el piso. Escondo mi rostro entre mis piernas y mi cabeza con mis manos. Escucho sus pasos al parecer me esta buscando, pero no hago ni un ruido para no demorarme a mi misma. Pero de nada sirve porque cada vez más escucho los pasos más cerca haciendo que mi corazón vaya cada vez más rápido, apunto de un paro cardíaco. Lo escucho llegar pero no levanto mi rostro para encararlo, al contrario cierro los ojos con fuerza