POV: Demian.
El destino es un jodido hijo de puta. Debería haberlo sabido desde que esto comenzó. Desde que encajé todas las piezas para que los hechos se dieran como yo quería. Y aunque todo va saliendo según el plan, hay algo que no tuve en cuenta, porque, sencillamente, en mi sistema no existe tal cosa.
Sin embargo, aquí estoy, viéndola dormir como un maldito acosador, acariciando su cabello sedoso y quitando de su rostro las hebras que puedan molestar su sueño. ¿Qué clase de imbécil me hace eso? No debería tener este tipo de gestos con ella, porque la muy maldita no es tan santa como parece ahora mismo.
En su sangre lleva el fuego. Uno que yo no quiero apagar, pero sí domar, hacerlo mío. Chelsea es todo un enigma que en todo este tiempo, observando de lejos, he aprendido a entende
