POV: Demian.
Ella está de espaldas a mí y desde mi posición, puedo ver la forma en que su cuerpo se tensa por completo cuando le digo que ya estoy aquí, cuando le demuestro que vine por ella.
Chelsea lleva sus manos a su rostro y se inclina hacia adelante cuando comienza a llorar. Sus sollozos son como espinas clavadas en los puntos más sensibles de mi cuerpo y a la vez, la confirmación de que por fin estamos juntos otra vez. Un cosquilleo intenso hace estragos en mi estómago y sube hasta mi pecho. Mi garganta pica, al igual que mis ojos.
No dudo ni un segundo más, voy a su encuentro. Y cuando mis brazos la rodean por la espalda, cierro mis ojos, con fuerza. Aspiro su aroma, siento el temblor de su cuerpo y lo hago mío.
—¡Joder! —murmuro, a media voz—. Ya te tengo, cariño. Estoy aquí.
