Resoplo, porque la prepotencia de este hombre no tiene límites. Dejo la nota donde mismo y avanzo hacia el interior de la habitación.
La suite es inmensa, más de lo que había imaginado. La decoración sigue el estilo del hotel en general; todo de cristal y tonos plateados. La sala común donde estoy es amplia, con varios juegos de muebles distribuidos por todo el espacio, una cocina completamente equipada, área de comedor, escritorio y hasta baño para visitas.
Una demostración de excesos más que evidente, porque si algo usaremos en este lugar, será la cama; lo demás, sobra. Pero yo no soy quien para decirle a él cómo debe gastar su dinero.
Entro a la habitación que se ve al final y me sorprendo al ver que es casi tan grande como el espacio anterior; con jacuzzi incluido y una cama con
