Mis pasos son rápidos, desesperados, como si buscaran un lugar donde no exista toda esta mierda. Ella tiene razón, tiene toda la maldita razón y eso es lo que más me jode. ¿Por qué termino siempre regresando al mismo punto, con el mismo tipo que me hace daño? Realmente siento que nadie me va aceptar, que nadie va a quererme sino es él… si es que él lo hace siquiera. Me siento atrapada, si lo pienso con detenimiento ¿si quiera me quiero a mí misma? Entro al primer súper mercado que encuentro por coincidencia. Si para las chicas normales, la ropa es un quita estrés, para mí lo es la comida; compro todo lo que veo y que llame mi atención, desde panes hasta chocolates de todo tipo. Después de una hora, supongo, salgo del súper; por fortuna he traído mi billetera, así que he podido pagar mi la