Día 47: — ¡Eso es, Steven! ¡Tú puedes! ¡Corre! — Me animaba Chris mientras revisaba constantemente el cronómetro. — ¡Solo treinta segundos más! A pesar de que ya no sentía mis piernas, no me detuve; por el contrario, mi velocidad incremento el doble de lo anterior. Jamás había corrido de esta manera. » ¡Stop! — Gritó desde su posición. Al tan solo escuchar su orden, mis músculos se desvanecieron; si no fuera por la rápida llegada de mi compañero, hubiera terminado con un buen golpe en el rostro. — Puedo sostenerme. — Afirmé al ver que aún no me soltaba. Él aflojó su agarre sin avisar ante mi comentario; al parecer mi cuerpo necesitaba seriamente un buen descanso, pues me tambalee al instante, intentando mantenerme de pie. Chris río levemente. — Será mejor que te lleve adent