Said- Siempre consideré a las vírgenes como sinónimo de casa, jardín, niños y nulidad s****l. Oh sí, porque tener una relación sentimental con alguien, jamás fue lo mío. Jamás había perdido tanto tiempo tratando de llevar a la cama a una chica, pero Alice malditamente lo valía. Su inocencia me volvía loco, cada centímetro de su cuerpo me nublaba, era un maldito cavernícola frente a ella. Quería comerla a besos, llenarla de mí, robar esa maldita pureza, complacer esos deseos de tenerme y enseñarle el mundo del sexo. Era mi maldito reto, un juego que hacía mucho dejó de serlo para convertirse en algo más personal. Casi una obsesión Debía ir lento, era su primera vez y no podría portarme como el maldito follador, a pesar de mis austeras palabras y de casi restregarle en el rostro que no l

