NUEVA YORK

1100 Palabras
Seis años después... Salgo del restaurante en el que me encontraba concretando un negocio. Ya en la entrada comienzo a fumarme un cigarrillo mientras observo que mi auto se estaciona frente a mí. le doy un par de caladas antes de dejarlo caer al suelo y apagarlo con mi zapato al tiempo que uno de mis hombres de baja del auto. - ¿mi padre ya llego? – pregunto antes de subirme al auto. - No señor – responde y sin más me subo al auto marcando el número de mi padre mientras pongo en marcha el auto. - ¿estoy bien? – responde del otro lado de la línea - ¿Por qué no has llegado? – pregunto conduciendo a casa. - Por qué voy a quedarme unos días más, casi toda la familia está aquí y quiero descansar un poco ya que tú te estás haciendo cargo – dice haciéndome reír mientras me detengo en un semáforo. - ¿se puede saber por qué no estás aquí? – escucho de repente a mi tía Cirilla haciéndome reír. - Hola para ti también – respondo poniendo el auto en marcha de nuevo. - No has respondido mi pregunta – dice molesta lo que me hace reír. - Tía, tengo muchísimo trabajo – digo porque es verdad, hace ya dos años que mi padre me ha dado más responsabilidades en la organización lo que consume de mi tiempo casi por completo. - Está bien, pero dentro de un mes debes venir ya que los gemelos cumplen dieciocho años – dice haciéndome reír. - Hay dos pares de gemelos – digo divertido haciéndola reír - ¿Cuál de los dos? - Los Miller – dice mientras asiento con la cabeza – aunque los cuatro los celebraran el mismo día. - Allí estaré – el resto del camino hablo con ellos hasta que llego a casa donde me espera Alek e Inna. Aparco el auto bajándome y acercándome a ellos – parecen mi esposa – digo a los hermanos Pavlok que ríen divertidos. - Idiota – dice Inna mientras la abrazo por los hombros – no tienes tanta suerte Mientras caminamos al interior de la casa los observo sonriendo ya que los dos son mis mejores amigos. Alek, Inna y yo hemos crecido juntos ya que su padre es uno de los mejores hombres de mi padre, además de que los tres entrenamos juntos. Me sorprendí muchísimo cuando ella inicio a entrenar con nosotros, nuestro entrenamiento era muy fuerte y estricto, pero ella lo soporto sin quejarse ni una sola vez, aunque es dos años menor que nosotros. Ahora es una amenaza andante, es fuerte y sumamente peligrosa al igual que su hermano. Mi padre dice que juntos podemos someter a cualquiera. Cuando entramos a la casa, vamos al salón donde nos sentamos hablar de la reunión de la que vengo mientras ellos me cuentan sobre un cargamento de arte que podemos robar. No sé cuánto tiempo pasa hasta que nos vamos a dormir. Durante un mes quedo frente a la organización ya que mi padre decidió quedarse hasta la fiesta de los gemelos. Por lo que ahora estoy aterrizando en Nueva York unas horas antes de la fiesta, porque no puedo quedar mucho tiempo ya que debo viajara Shanghái en dos días. Cuando el avión se detiene bajo de este encontrándome con Yerik en la pistan junto a un hermoso Lamborghini n***o. - No tenías que venir por mí – digo mientras me acerco a él que me abre la puerta para que entre – ni tienes que hacer eso. - Eres mi jefe por lo que esto es parte de mis obligaciones – dice mientras entramos al auto. - Eso es pura mierda – respondo mientras conduzco fuera de la pista – me limpiabas los mocos -dijo a lo que él ríe. Comenzamos hablar sobre lo que ha sucedido en Rusia en ausencia de mi padre mientras nos dirigimos a la casa de mi tío a las afueras de la ciudad. Al llegar veo que hay varios autos allí lo que me indica que toda nuestra familia se encuentra aquí, bajo del auto mientras uno de mis hombres me entrega la maleta en la que traigo los regalos para mis tías. Chiara Romanov, Sofía Walker. Mi favorita Cirilla Sokolov, mi prima Annika Miller y Vania Santoni. Las mujeres que me criaron y las más importantes en mi vida. Al entrar camino hasta el jardin donde están todos reunidos, la primera en verme es mi tía Cirilla que de un salto se pone pie mientras me acerco a ellos. - Buenas tardes – digo haciendo que todo se vuelvan a verme mientras mi tía viene a abrazarme y yo la recibo gustoso. - Que alegría verte, mi niño – dice besando mi mejilla haciéndome reír. - Tía me avergüenzas – digo divertido haciendo que ella me observe haciendo un hermoso puchero. Amo a esta mujer. - No me importa – dice mientras caminamos hasta donde se encuentran los demás, me siento junto a mi padre y ella junto a mí. - ¿en qué momento creciste tanto? – pregunta Annika riendo - Que exageras, hace poco más de un año que no me veían. – respondo y es que es verdad, Alek, Inna y yo estuvimos un año en una misión algo complicada. Durante ese tiempo solo mi padre y Yerik sabían dónde estábamos. – les traje algo - Le entrego a cada una la pulsera que mande hacer para ellas, todas son el mismo diseño solo que con piedras diferentes. - ¿y nosotros? – pregunta mi tío Aleksei fingiendo estar ofendido. - Sería muy raro que les diera joyas – respondo haciendo que todos rían. Luego de eso nos enfocamos en una conversación sobre diversos temas, hasta que mi prima me dice que es hora de irnos a preparar para la fiesta. Todos asentimos con la cabeza poniéndonos de pie, mi tía Cirilla vuelve junto a mi abrazándome y yo a ella por los hombros mientras caminamos al interior de la casa. - ¿Cómo has estado? – pregunta con su habitual ternura. - Bien, me sorprende lo fácil que me estoy adaptando – respondo a lo que ella sonríe mientras me guía a mi habitación. - Eres un Sokolov – dice ella observándome con una sonrisa que me hace feliz. - Soy adoptado ¿lo recuerdas? – digo a lo que ella frunce el ceño molesta mientras me golpea en el vientre. - No importa cómo, eres un demonio Sokolov y eso nadie, ni siquiera tu podrá cambiarlo. 
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR