DEMONIOS

PROBLEMAS

NIKOLAY...

Estoy en la casa leyendo poniendo mi mente en blanco un rato, hace unas horas llegamos de Shanghái y estoy un poco estresado por que la negociación con la triada estuvo un poco tensa pero aun si, logramos llegar a un trato. Por lo que en este momento quiero un poco de tranquilidad ya que me encuentro inquieto porque desde que me fui de Nueva York Akemy no ha salido de mi mente lo que me molesta.

- Nikolay – escucho a Inna al tiempo que ella entra a la biblioteca donde me encuentro.

- No estoy de ánimo – respondo volviendo mi atención al libro.

- Eso he notado los últimos días – dice sentándose a mi lado - ¿Qué sucede?

- Nada que te importe – responde divertida importándole una mierda mi estado de ánimo – ¿quieres que te traiga una puta?

- Jodete – respondo a lo que ella estalla en una sonora carcajada.

- Tu padre está por aterrizar – dice ella riendo poniéndose de pie. – venia preguntarte si querías ir.

- Prepara todo – me pondo de pie abrazándola por los hombros – voy por un abrigo

- Alek te espera en la entrada para hablar de lo que sucedió con los Rivera.

- Eso puede esperar – respondo caminando a mi habitación por una chaqueta, mi arma y unos lentes de sol.

Al llegar a la entrada veo que todo está listo para mi salida, veo que Alek abre la puerta de una de las camionetas para que suba junto a él.

- ¿Qué te pasa? – pregunta cuando nos ponemos en marcha.

- Nada – respondo observando por la ventana

- Hemos crecido juntos ¿lo recuerdas? – dice, pero yo niego con la cabeza ignorándolo el resto del camino hasta que llegamos al hangar donde el avión ya se encuentra deteniéndose. – hay algo que debo decirte sobre...

- Déjalo para después – respondo bajándome de la camioneta justa cuando mi padre comienza a bajar la escalera. – Hola papá – lo saludo sintiendo de inmediato como mi humor cambia – al fin te dignas a volver.

- Se perfectamente que tienes todo bajo control – responde al tiempo que abro los ojos como platos al ver que pone a su lado a quien ha estado atormentando mi calma. – Akemy vivirá con nosotros desde ahora.

- ¿podemos hablar un momento? – digo porque eso no puede ser, necesito alejarme de ella. Mi asiente con la cabeza mientras caminamos alejándonos de ella un poco. – no puede vivir con nosotros.

- ¿Por qué? – pregunta enarcando una ceja.

- Podría ser peligroso para ella – respondo porque es verdad.

- Yo sé que tú te encargaras de que nada le suceda – responde seguro palmeando uno de mis hombros.

- ¿ahora soy niñera?

- Llámalo como quieras, ella se quedará y si no te gusta te aguantas – responde firme sin opción de replicar para luego irse junto a ella.

- Mierda – digo furioso caminado hasta una de las camionetas donde le pido las llaves al chofer para luego subirme y salir de allí sin esperarlos.

Furioso conduzco a gran velocidad hasta el club que abrí a las afueras de la ciudad. Un lugar donde la lujuria y perversión son el motor de aquel lugar. el Oasis es un lugar clandestino y que por una fuerte cantidad de dinero se cumplirá cualquier fantasía que tenga una persona, no importa si es o no legal.

- Buenas tardes señor Sokolov – me saluda Luka el encargado del lugar mientras camino hasta el bar donde ponen frente a mí un vodka doble.

- Prepara a Bela y Galinna – ordeno a lo que él siente con la cabeza tomando su celular para hacerlo – que nadie me interrumpa – me bebo el trago de golpe para luego dirigirme al salón exclusivo para mí. al llegar veo a las dos mujeres completamente desnudas de rodillas esperando por mí.

Rápidamente me desnudo poniéndome frente a la rubia que mantiene su mirada en el suelo. sujeto su barbilla en señal de que abra la boca y cuando lo hace introduzco mi m*****o comenzando a follar su boca fuerte haciendo que las lágrimas caigan por sus ojos, pero me importa una mierda, lo único que necesito es calmarme.

Cuando vuelvo a casa molesto por que después de unas horas de follarme a esas putas no pude calmarme, el solo pensar en que es una niña que me tiene así me enoja y el solo pensar que esa misma niña esta está en mi casa me enfurece, por lo que al bajarme de la camioneta suspiro caminando al interior donde veo que todo está oscuro. Camino hasta las escaleras para subir a mi habitación, pero cuando voy en el segundo escalón escucho un ruido proveniente de la cocina al tiempo que la luz se enciende. Observo la hora en mi reloj curioso, pero cuando estoy por reanudar mi camino algo me detiene, por lo que retrocedo y camino hasta la cocina donde me encuentro una imagen que me tienta de inmediato.

Akemy se encuentra empinada tratando de alcanzar algo de la alacena, se encuentra enfundando en un pijama para nada sensual pero aun así es más que perfecta para mí. Me acerco a ella en silencio poniéndome tras ella alzando mi mano para coger lo que ella quiere haciéndola sobresaltar.

- Por Dios – dice volviéndose rápidamente a verme llevándose una mano al pecho – Nikolay – dice observándome con sus increíbles ojos.

- ¿Qué haces despierta tan tarde? – pregunto mientras ella camina hasta la isla y me doy cuenta que está calentando agua.

- No podía dormir – dice como su fuera lo más obvio al tiempo que me recuesto sobre la encimera frente a ella para observarla.

- ¿Qué haces aquí? – pregunto a lo que ella levanta la mirada enarcando una ceja molesta.

- No creo que eso te importe – responde volviendo su atención a lo que estaba haciendo lo que me molesta.

- Por supuesto que me importa – respondo a lo que ella se encoje de hombros haciendo que mi enojo aumente – tu estancia aquí solo traerá problemas – rápidamente levanta la mirada observándome con odio algo que no me gusta.

- ¿no te gusta? – pregunta retándome con la mirada – te aguantas, porque aún no eres el jefe, por lo que tendrás que acatar las órdenes de mi tío y como él me permitió estar aquí, tú te aguantas.

La veo salir de la cocina furiosa dejándome a mi sin palabras ante su atrevimiento, cuando reacciono siento que las manos me tiemblan por lo que tomo un vaso que hay junto a mi lanzándolo contra la pared.

- ¡MALDICION!!!