Ese mismo día en la noche, me quedé en casa de mamá con Alex, en mi vieja habitación, necesitaba de ella porque no podía regresar a casa no así llorando desconsolada y Richard me dijo que estaba bien. Alex preguntó por qué estaba triste y le dije que sólo lloraba porque había extrañado mi casa. Él sonrió y me prometió que podríamos vivir aquí con su papá, lo que mi bebé no sabía, es que su papi ya tenía con quién vivir, pero como él era una niño muy listo, antes de dormir me preguntó: — ¿Mamá? ¿Quién es la mujer con la que estaba papá hoy? — me miró, mientras le ponía su pijama — Es su novia. — ¿Novia? ¿Y tu no eras su novia? — No, bebé yo soy novia de tu papi Richard. — ¡Él no es mi papi ni nada, mamá! — No digas eso, hijo, lo lastimarías si te escuchase — él hizo un puchero y