Esteban
No puedo concentrarme. Después de lo que Nina me dijo ayer, que fue ella la chica con la que me acosté a los veintiún años, no pude dejar de pensar en ella.
Esa noche me había dicho que era virgen, y entre cervezas y besos la hice mía con la mayor delicadeza posible.
No la olvidé durante un tiempo, hasta que Rocío apareció y me conquistó con su sonrisa, su sencillez y sus ocurrencias divertidas. Ahora, mirándola desde lejos mientras está sentada en el sillón de casa, la noto con cara amargada, uñas y pestañas postizas, tacos altísimos y ropa de la última temporada, y apenas son las ocho de la mañana… ya no es mi chica.
Si bien gana bastante siendo cantante, solo gana cuando la llaman para algún show, y eso ocurre una vez por mes ya que no se preocupa mucho en promocionarse, s
