62

2047 Palabras

El hombre alemán suspiró molesto. No podía dejar que Kaia se enterase de su “negocio”, de lo que realmente se dedicaba, porque sabía que la perdería para siempre. Se pasó la mano por la mandíbula sin saber qué hacer. Necesitaba un consejo de su amigo Hilbert. Sacó el celular y, mientras esperaba que él respondiera, se montó en el auto. — Hilbert, necesito que vengas a Lourmarin. Tengo que hablar contigo sobre algo – le dijo Stefan cuando su amigo tomó la llamada. – Le diré a Hank que vuele hacia Múnich para que te recoja. — ¿Es tan importante que me tengo que ir allí? – preguntó su amigo medio dormido. — Sí. — Está bien. Haré la maleta ahora mismo – aceptó Hilbert al darse cuenta del tono de su amigo. Stefan se dio media vuelta mientras colgaba y se quedó mirando la casa. Necesitaba

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR