[Sofy]
—¡No me queda el vestido! —me quejo y me dan ganas de ponerme a llorar, pues tenía la ilusión de verme linda en la boda de mi amiga, pero ahora siento que tendré que envolverme en la sábana de la cama y salir con eso a la boda.
La puerta de la habitación se abre y entra mi guapo prometido, que ya viene enfundado en su elegante traje, lo miro y hago un puchero, por loque, de inmediato se acerca a mí.
—¿Qué es lo que sucede, mi Sof? —pregunta con ternura y le muestro la cremallera que no alcanza a cerrar como por cinco centímetros.
—No me queda —lloriqueo y él se ríe, ante lo que hago una mueca —. No te burles de mí.
—Mi amor, no me burlo de ti, solo que, estás tan ansiosa por la boda, que no te has dado cuenta de que no soltaste el lazo en la parte de atrás y eso es lo que n
