Naty sube la cremallera de mi vestido y me giro para mirarme en el espejo. Abro la boca y respiro profundo, pues me siento como una princesa de cuentos de hadas. Una cosa fue conseguir el vestido y emocionarme al verlo, pero es muy diferente tenerlo puesto, mientras el maquillaje, el cabello y los accesorios están en su lugar y de acá salgo a casarme con el hombre que amo. —Pareces una princesa —dice Naty y se echa viento con la mano, evitando llorar. Yo asiento ante sus palabras, porque así es como me siento y no cambiaría absolutamente nada. —Siento que no es real —confieso y ella me sonríe. —Pues créelo, porque esto y mucho más es lo que te merecen, mi Sofy. Te amo, amiga. Unos golpecitos a la puerta interrumpen nuestro momento emotivo, ella corre a abrir y entra Daniel, quien a
Escanee el código QR para descargar y leer innumerables historias gratis y libros actualizados a diario