La observo hipnotizado, la imagen frente a mi parece una ilusión. Camino hasta la bañera para estar seguro de que no estoy soñando. Toco delicadamente su brazo y lo recorro hasta donde descansa el anillo que le regalé. La suavidad de su piel me relaja y sin más en completo silencio me desnudo par luego meterme en la bañera frente a ella y la observo dormir. Debe estar agotada por el viaje, no sé cuánto tiempo llego observándola hasta que se remueve y poco a poco abre sus hermosos ojos. Ella me observa y sonríe.
- Hola — dice viniendo hacia mí, sentada a horcajadas sobre.
- Señorita creo que se equivocó de habitación — bromeo y ella sonríe haciendo que mi pulso se acelere.
- ¿Usted cree, señor? — pregunta besando mi cuello.
- No haga eso señorita — digo apartándola de mí y ella me o
