Ale no pudo disimular el interés que le generaba la llamada del abogado, debía ser importante, para que llamara a Noah un domingo en la tarde, aunque también era raro, porque ningún juzgado enviaría comunicados en días no laborales, por eso imaginaba que era algo delicado. —¿Qué debo hacer? —preguntó Noah. Ale siguió conduciendo hacia la dirección que le habían dado, pero todo el tiempo estuvo atenta de la conversación. —Imagino que se extraña porque lo llamo un domingo, lo siento, pero estaba alistando mi semana de trabajo y… —se hizo una pausa—está la citación a esa reunión, solo quería que estuviera al tanto, su presencia no será necesaria, solo estaremos los abogados y el representante del juzgado. —¿Solo es eso? Debo admitir que su llamada me hizo pensar que había algún problema