Sila Moríns me invitó a cenar y puedo decir que estoy en verdad emocionada por la situación. En este momento me siento como esa adolescente de quince años que deseaba tener una cita con él y nunca la tuvo, supongo que volver a empezar tiene sus ventajas. Así que hoy salí del hospital un poco antes para poder ir a mi piso y cambiarme de ropa antes de ir a terapia. Me puse un vestido morado de manga larga, unas botas de color n***o hasta la rodilla y ese bonito suéter que Sabina me tejió. De nuevo, volví a hacerme la media cola, dejé caer mi cabello sobre los hombros y me pinté ligeramente los labios. Después me fui a terapia, sintiéndome la mujer más bella y segura del mundo, y en la sesión se reflejó, por lo que salí feliz y me puse más aún cuando Moríns me envío un mensaje de que mej