Moríns No voy a mentir, el volver a sentir los labios de Sila me dio un subidón que no puedo explicar. Fue como revivir, volver a enfocar mis pensamientos y mi mente. Volver a sentir, a recordar, a sonreír. El primer beso que nos damos es corto, tímido y tierno, como esperando la respuesta ante lo que acaba de pasar. Me separo por unos segundos y veo sus ojos verde esmeralda brillando, y esa sonrisa que me hace sonreír. Después, ella vuelve a hacerse hacia delante y se ata a mis labios, volviéndolos a besar con esas ganas y deseo que tenía escondidos dentro de ella y que a ambos nos hacen vibrar. Tal vez, esto que está pasando entre nosotros, ahora, sea completamente desaprobado por muchos, e incluso podemos salir juzgados como tontos, inmaduros o débiles, pero, no me importa, porque n