El ambiente en el castillo Winter es cálido pese a la tormenta de nieve que nos rodea, con la música resonando y las risas de los invitados.
A diferencia de las fiestas en el castillo de Selder donde soy el centro de atención apenas me presento, muy pocas personas voltean a vernos, tomamos nuestro turno para felicitar al duque, entregarle el regalo y podemos volver a nuestro asiento.
Edwards se inclina para susurrar en mi oído – Marqués Tadeo Campbell, hace un par de años el abuelo no lo invitaría ni a una cacería, observa cómo se ve.
– Pagado de sí mismo – completo.
– Embajador Roger Chevalier, ¿conocido tuyo?
No hay forma – la familia Chevalier es una de las más prominentes en Selder, hay tantos de ellos que se reproducen mientras hablamos.
Me sonríe y sigue inclinado – conde Spenc
