Aquí hubo una avalancha, se puede ver el rastro de la nieve y los restos de árboles a lo largo de la montaña y en este mismo punto alguien apartó la nieve lo mejor que pudo, es suficiente para que un grupo de personas y caballos pasen. No mi carruaje. De nuevo, no dejaré mis zapatos como sacrificio por la batalla. – Sacaremos el equipaje para disminuir el peso. Las tiendas son fáciles de cargar, mis maletas no tanto, y el aceite hay que cargarlo con cuidado, casi todo puede llevarse al otro lado porque el espacio es suficiente, agrupamos todo en un costado del camino después de la nieve y busco un lugar entre las rocas para sentarme. Punta les colocó vendas a los caballos para que no vean qué tan cerca están del precipicio y los lleva despacio, solo dos de ellos para tirar del carruaj