Luke y Dariel han encantado a mi madre. Debo admitir que ambos hombres se han esmerado por hacerla sentir cómoda y mamá con su atención y manera ser también les ha caído bien. Cuando pasamos a la mesa el ambiente es ligero y ameno; sin embargo, no me pasa desapercibido la forma en que Savannah mira de Dariel a Hannah, que se ven muy cómodos el uno con el otro. —¿Así que ustedes se dedican a la ganadería? —Inquiere mamá llamando la atención de ambos hombres. —Señora Hoffman… —Dime Eloísa, si ustedes me dejan tutearles, ¿Por qué yo no haría lo mismo? —Espeta a Luke. —Eloísa, —replica con una sonrisa. —De hecho, mi principal actividad es la cría de caballos y las carreras. Ella lo mira con curiosidad. —¿Carreras? —Sí, carreras hípicas, pero también tengo otras inversiones. Asiento a