—¡Sam! —Doy un salto en mi lugar cuando escucho el grito de Luke. Salgo del baño y miro con curiosidad a este que tiene cara de pocos amigos. En un rincón de la habitación Chanel levanta su cabeza y nos mira en modo cotilla, pero lo olvida cuando Draco entra despreocupado siguiendo a Luke. —¿Pasa algo? Porque para gritar como lo hiciste tiene que estar acabándose el mundo, de lo contrario tendremos un pequeño asunto que resolver. Está apoyado en sus muletas y veo que mis palabras le calan porque se aclara la garganta. —¿Cómo es que acabo de enterarme de que Hannah, tu madre y tú están viviendo en la maldita posada del pueblo? Parpadeo porque no esperaba que se enterara. Si bien paso el día aquí, no me quedo, es una tentación grande para ambos y apenas le han dado el alta esta mañana.