Se supone que estoy en esta empresa para asegurarme que la inversión de dinero que ha hecho mi padre a causa mía marche bien y que él no pierda dinero, pero sinceramente no consigo concentrarme en nada. Parezco un idiota que no deja de pensar en la mujer que le gusta y ni hablar de la manera que me distrae tenerla tan cerca, pero no es para menos. Mis labios todavía saben a ella… aun me parece estar sintiendo el aroma de su perfume tan cerca como lo tuve hace un instante y a pesar de que las hojas de balance, las proyecciones financieras y las estrategias de venta se pasean por delante de mis ojos en las enormes pantallas que hay frente a mis ojos, yo solo puedo verla a ella e imaginar que mis manos siguen rozando su suave piel. No tengo ni la más mínima idea de como estoy haciendo para