Bajo a la cocina y mi madre está entretenida cocinando algo, algunas veces viene una chica a ayudarle con la limpieza, pero en cuanto a la comida no permite que nadie cocine. —Bueno días, mamá —la saludo acercándome para darle un beso. Se da la vuelta emocionada y me abraza. —Hijo, te ves mucho mejor. —Me siento mejor. —Qué alegría, estaba muy preocupada por ti, te haré algo especial para comer. —Gracias mamá, creo que ahora si tengo mucha hambre. —Me alegra escuchar eso. Le doy un beso en la frente y rápidamente se da la vuelta para seguir cocinando. —Ainhoa te estuvo cuidando estos días. Reviso mi teléfono y me doy cuenta que han pasado varios días, no tuve noción del tiempo mientras estaba enfermo. —Mamá ¿tú crees qué sienta algo por mi? Mi madre voltea a verme y me fulmina