Semanas después: 24 de diciembre
La nieve ha comenzado a caer hace algunos cuantos días, y al contrario de sentirme un poco deprimida por los días cortos y fríos, y su falta de sol, me siento muy feliz. Es extraño porque es una noche buena más sin él, pero hoy la vida no quiere que este triste, sino que, todo lo contrario, quiere que sea más feliz que nunca.
—Esta feliz de la vida con todos sus regalos, ¿no? —comenta mi esposo mientras que vemos como Mili juega con sus nuevos juguetes.
—Lo está, aunque creo que ya está cayéndose del sueño —bromeo.
—La llevare a dormir, ¿te parece? —propone mirando la hora en su reloj de muñeca.
—Si, así puedo darte tu regalo, ¿te espero en el cuarto? ¿te parece? —sugiero y su mirada lo dice todo.
—¿Tienes otro regalo para mí? —inquiere como niño peq
