EL LIBRO DE JOSHUA

CAPÍTULO CUARENTA Y DOS

JOSHUA

Vine a esperar a Lucy fuera de su clase para sorprenderla, pero resulté ser yo el sorprendido, porque cuando llegué la encontré sonriendo y charlando muy animadamente con un idiota que nunca había visto antes, y para colmo, escuché cómo estaban planeando verse mañana, quiero decir, ¿qué diablos?

No sé qué me pasa, pero cada vez que veo a Lucy cerca de otro hombre me hierve la sangre y quiero golpear al bastardo que se atrevió a mirar en su dirección, sé que no está bien ser tan posesivo con ella, pero es algo que apenas puedo controlar, incluso estaba celoso de Nate al principio, y aunque esos celos han disminuido mucho, todavía no puedo evitar sentirme un poco irritado por lo bien que se llevan esos dos.

Este es un sentimiento completamente nuevo para mí, nunca he sentido celos por una chica, nunca he tenido esta necesidad imperante de saber qué está haciendo y con quién, cada segundo del día, y por supuesto, nunca me he sentido con ganas de arrancarle la cabeza a otro tipo solo por mirar a mi chica.

En el pasado solía gustarme ese tipo de cosas y era un orgullo para mí ver como todos los otros hombres en un lugar volvían la cabeza para ver a la chica que estaba conmigo, me hacía sentir como un semental, pero ahora, solo quiero poner a Lucy en una burbuja y evitar que tenga contacto con cualquier otro hombre además de mí y Ben.

Sé que es ridículo pensar así, y sí, también soy perfectamente consciente de lo anticuado que es, pero es solo que Lucy despierta en mí emociones que ni siquiera sabía que tenía dentro. Además de hacerme querer ser una mejor persona para ella, también me hace querer ser el único en su vida.

Mierda, ya sueno como un asesino en serie.

"¡Hola!" me saluda con entusiasmo.

"¿Quién es ese?" La interrogo y frunce el ceño mientras se gira para mirar el lugar donde se acaba de ir el idiota.

"Mmmm ese es Andrew, mi compañero para un trabajo que debemos entregar la próxima semana para mi clase de anatomía", responde como si no fuera gran cosa, y tal vez no lo sea, pero se siente como una gran cosa para mí.

"¿No debería ser tu compañera Mia?" Le pregunto.

"Bueno, sí, por lo general lo es, pero Mia no puede venir el día de la presentación, así que el profesor le permitió hacer el trabajo escrito en su lugar", responde.

"¿Y por qué no haces el trabajo por escrito tú también?" Le pregunto sabiendo perfectamente lo ridículo que suena, y me pone los ojos en blanco antes de responder.

“Porque un trabajo escrito es solo la excepción a la regla de los trabajos orales y la maestra no lo permitiría, además, prefiero hacer las presentaciones orales que los trabajos escritos” me dice obstinadamente y levantando la barbilla.

"Está bien, lo entiendo, pero ¿tenías que elegir a ese tipo como compañero?" Le pregunto, señalando con la cabeza el lugar donde se fue el idiota.

"Bueno, sí, ¿tienes algún problema con eso?" me pregunta, y puedo ver que ya está molesta por mi inquisición.

"No, es solo que no lo conozco, y tú tampoco lo conoces tanto, así que pensé que preferirías hacer tu tarea con alguien que conoces bien" le digo levantando mis manos en señal de rendición.

“Bueno, para eso son las asignaciones grupales, ¿verdad? Para que puedas conocer a tus compañeros de clase”, dice.

"Está bien, está bien, es sólo que no lo conoces tan bien para saber si te cae bien", murmuro.

"¿Estás bromeando conmigo, verdad?" me pregunta indignada.

"Quizás ..." respondo.

"Joshua, sabes perfectamente bien que no soy ese tipo de chica", me dice.

"Lo sé, es solo que no me fascina la idea de que estés a solas con ese idiota ni siquiera por un minuto," respondo y ella pone los ojos en blanco por enésima vez hoy.

"Me pides que confíe en ti a pesar de que es una tarea titánica, pero no eres capaz de confiar en mí, aun sabiendo que no tienes ninguna razón para no hacerlo", responde con un tono herido que me hace sentir muy culpable por cuestionarla.

"Sí Lu, lo sé, lo siento, no quise acusarte de nada, sé que puedo confiar en ti, son los otros chicos en los que no confío" digo y me encojo de hombros.

"Los otros chicos pueden intentar lo que quieran, pero no voy a ceder, así que deja de preocuparte por favor" me dice y sonríe.

“Está bien, entonces, ¿por qué no vamos al cine hoy? ¿O prefieres no ver películas en mi habitación?" Le pregunto con una sonrisa y ella se sonroja.

"Mmmmm, no creo que hoy sea una buena idea", me dice e inclina la cabeza.

"¿Por qué? ¿Qué pasó? ¿No te gustó lo que pasó ayer?", Le pregunto preocupado porque ayer fuese un desastre.

"¡No, no, no es eso!" Inmediatamente exclama "Anoche fue más que perfecto" me dice y se sonroja aún más.

"Entonces, ¿qué es? Sabes que puedes decirme cualquier cosa", le digo mientras acaricio su mejilla y ella se inclina hacia mi toque.

“Es solo que… todavía estoy un poco adolorida…. Allá abajo” responde y se cubre la cara con las manos.

No puedo evitar la risa que se me escapa por la manera dulce e ingenua en que lo dice, pero se enoja y me da un puñetazo en el hombro juguetonamente.

"Lo siento, lo siento" le digo levantando mis manos "Seré más delicado la próxima vez"

"No, fuiste muy gentil, es solo que creo que estamos un poco desiguales" me dice con una sonrisa tímida.

"¿Desiguales? ¿Qué se supone que significa eso?" Pregunto confundido.

"Bueno ... tú eres muy grande, y yo soy muy pequeña, si sabes a qué me refiero" responde aún más avergonzada que antes.

"Oh, créeme, lo sé", le digo con una sonrisa.

"¡Detente!" me dice mirando a su alrededor para asegurarse de que nadie nos escuche.

"Ja, ja, lo siento ... vale, iremos al cine entonces, ¿qué película quieres ver?"

"No sé qué hay en la cartelera del cine, ¿por qué no decidimos una vez que estemos allí?", Me dice.

"¿Muy bien, vamos?" Le pregunto.

“Espera”, me dice de repente, “¿Dónde está Mia? Se suponía que íbamos a ir juntas, tengo que hacerle saber que me voy contigo "

"No te preocupes, le dije que quería salir contigo y se fue después de mirarme con picardía, lo cual fue muy raro" le digo pensando en la mirada de complicidad que Mia me dio antes de irse.

"Hmm, sí, ella es un poco rara ... así que, ¡vamos!" Lucy me dice mientras toma mi mano, pero la suelto casi de inmediato porque todavía estamos en la universidad y habrá gente mirando, al poco tiempo noto una breve mirada de tristeza pasando por su rostro y estiro mi mano para tomar la suya de nuevo, pero ya ha cruzado los brazos sobre el pecho y sé que esto es algo que ella no dejará ir tan fácilmente.

"Lu, es solo que ..." Empiezo a decirle, pero ella me interrumpe diciendo "Debo advertirte que me encantan las palomitas de maíz, así que será mejor que me consigas un balde enorme"

Sé que está tratando de mejorar el estado de ánimo después de ese momento tenso, y no puedo expresar lo agradecido que estoy con ella por esto.

"Me arriesgaré" respondo sonriendo y nos subimos a mi auto.

Cuando Lucy dijo que le gustaban las palomitas de maíz no estaba mintiendo, en realidad devoró casi todo el balde antes de que comenzara la película y solo pude comer unos pocos puñados cuando me di cuenta de que se habían acabado, es increíble cómo alguien tan pequeño puede comer tanto.

Me burlo de ella diciéndole que se ve como un pollito comiendo tanto maíz y mientras intenta golpearme en el hombro, tomo sus pequeñas manos entre las mías y la beso, cuando termina nuestro beso me doy cuenta de que tiene los ojos bien abiertos así que vuelvo la mirada hacia donde está mirando, y veo a Kate con otras dos amigas saliendo del cine en la sala contigua a la nuestra, y está viendo a Lucy con una inconfundible mirada de odio.