LUCIA
Joshua se pone rígido a mi lado y me dice que no me preocupe, que él se ocupará de ella más tarde, pero no quiero que él se ocupe de eso, no quiero que se acerque lo suficiente como para poder siquiera decirle una palabra a ella, le quiero gritar por intentar sacarme del cine como si fuera contrabando o algo ilegal, y también quiero gritarle a ella por mirarme así, porque yo sé que esa mirada es de celos.
¿Cómo se atreve a estar celosa de alguien que no está con ella? ¿O esto significa que están juntos y yo soy la amante?
No, no seas tonta Lucía, no está con esa estúpida rubia.
"No" le digo a Joshua con firmeza y me mira confundido.
"¿Qué quieres decir?" me pregunta.
"No me voy a escapar de aquí como si estuviéramos haciendo algo malo, porque no estamos haciendo nada malo, ¿verdad?" Yo le pregunto.
"No, por supuesto que no, pero pensé que no querías que nadie lo supiera", responde.
"Josh, me acabas de invitar al baile de Navidad de tu familia, ¿qué crees que van a pensar cuando nos vean llegar juntos?" Le pregunto y cuando se queda callado continúo "¿O es que ya no quieres que te acompañe al Baile?"
"No, por supuesto que sí" responde de inmediato.
"Bueno, entonces, si vas a prometer cosas, será mejor que cumplas, empezando por mostrarle a esa rubia estúpida que no tenemos que escondernos de ella", exijo.
"Lucy, ¿estás segura?" me pregunta y eso me molesta aún más.
“¿Qué quieres decir con si estoy segura? Por supuesto que lo estoy, tú, por otro lado, no pareces estar tan seguro de mí” le digo y él niega con la cabeza.
"No, no digas eso, claro que estoy seguro de nosotros"
"Joshua, no debería pedirte este tipo de cosas, no tengo que obligarte a lucirme ante el mundo, y si no eres capaz de darme el lugar que merezco, entonces me lo daré yo misma" respondo y me doy la vuelta para irme pero él se queda quieto.
"¡Lu, no, espera!" Lo escucho gritar cuando salgo, pero ya me he subido a un taxi y he cerrado la puerta antes de que pueda alcanzarme.
No puedo creer que después de todo lo que ha pasado entre nosotros todavía me trate como a su amiga con beneficios, que todavía piense en esconderse de otras personas, especialmente de la estúpida Barbie, como si tuviera más miedo de hacerle daño a ella que a mí.
Parece que todas sus dulces palabras y promesas resultaron vacías, un intento de meterse en mi cama y robar lo que he estado guardando celosamente todos estos años.
Mi teléfono empieza a vibrar y ni siquiera lo miro para ver quién llama porque estoy segura que es él, espero poder llegar a la casa antes que él, no quiero tener que encontrarme con él en la entrada. Primero, necesito pensar en todo lo que pasó en las últimas 24 horas, todo esto ha sido demasiado y tal vez solo necesito respirar y calmarme.
Le pido al taxista que me deje en la entrada oeste de la propiedad, y cuando llegamos me mira confundido, porque la entrada oeste solo está diseñada para la entrada de camiones grandes, no para la entrada de peatones; Después de pagarle, salgo y llamo fuerte a la puerta adyacente a los portones, Jack, uno de los hombres a cargo de la seguridad, me abre la puerta después de unos minutos.
"¡Gracias Jack!" Le digo y me pregunta si estoy bien, porque no es normal que pase por esta entrada, así que después de asegurarle un par de veces que todo está bien y que no estoy en peligro, me apresuro a casa y después de saludar a Ben, me dirijo a la cocina para empezar a preparar la cena.
"¡Hoy quiero Nuggets de pollo!" Ben grita desde la sala y me río, porque cada vez que cocino me pide que le haga Nuggets, los ama, pero a veces tengo que usar toda mi fuerza de voluntad para negarme, porque no son la comida más saludable para un niño pequeño, y más aún, para alguien que acaba de recuperarse del cáncer.
Sin embargo, hoy quiero complacerlo, ver a Ben feliz me hará sentir cien veces mejor y eso es precisamente lo que necesito después de lo que pasó hoy. Discutir con Joshua siempre me deja exhausta, emocional y físicamente también.
"Está bien, ¡pero solo te daré unos pocos Nuggets y eso es después de que hayas terminado todas tus verduras!" Le grito a Ben y lo escucho lloriquear.
"No, nada de verduras, por favor Lu, ¡no me obligues a comerlas!" Él se queja
"Tienes que hacerlo, tienes que ser fuerte si quieres recuperar todos esos kilos que perdiste el año pasado", trato de razonar con él.
"Está bien, pero tendrás que hacerme leche achocolatada después de eso", trata de negociar conmigo, y pongo los ojos en blanco.
"¿Crees que soy tu sirvienta Benjamin?" le pregunto.
"No, creo que eres la mejor hermana del mundo", responde sonriendo.
"Y…?" Le insto a que continúe.
"Y la chica más hermosa, divertida e inteligente del mundo" me dice a regañadientes.
"Hmm, eso no sonó muy convincente, pero voy a dejarlo pasar por hoy," le digo entrecerrando los ojos.
"¡Gracias, Lu!" responde mientras aplaude con sus manitas.
¿Qué haría sin Ben aquí para animarme cuando lo estoy pasando mal? Solo pensar en cómo casi lo perdemos en la batalla contra el estúpido cáncer me da ganas de llorar.
Recordar cómo se veía tan pequeño e indefenso en su cama de hospital, rodeado de cables y tubos mientras mamá lloraba desconsoladamente junto a él, me revuelve el estómago. Somos muy afortunados de tenerlo y, a veces, lo doy por sentado.
Después de cenar con Ben, me dirijo a mi habitación y cuando cierro la puerta siento un par de manos rodeando mi cintura, lo que me hace saltar e inmediatamente empiezo a gritar hasta que siento una mano enorme tapándome la boca e impidiéndome hacer más ruido, mi corazón late tan fuerte que parece quererse salir de mi pecho, empiezo a retorcerme, patear, morder y tratar de golpear a mi agresor, pero todo es inútil, es muy fuerte, estoy por empezar a llorar del susto cuando lo escucho decir:
"Shhhh, Lu, soy yo, cálmate, soy solo yo" escucho a Joshua susurrar en mi oído y una ola de alivio me recorre.
Cuando está seguro de que me he calmado y no voy a armar un escándalo, lentamente retira su mano de mi boca y la apoya en mi cintura tirando de mí hacia él hasta que nuestros cuerpos se tocan.
"¿Estás loco? ¡Casi me matas del susto!" Le digo y él sonríe.
"Lo siento, no pensé que fueras a reaccionar así", dice en voz baja.
“¡Pensé que eras un asesino o un violador! ¿Cómo esperabas que reaccionara? ¿Querías que te diera la bienvenida y te invitara a tomar el té?” Respondo con sarcasmo y él aprieta los labios para no reír.
"No, pero me alegra saber que si alguna vez estuvieras en peligro real, te defenderías con dientes y uñas", me dice con un tono orgulloso y una gran sonrisa.
"Bueno, me alegro de haber pasado la prueba de ataque sorpresa en mi habitación, pero por favor vete, no puedes estar aquí". Le digo firmemente
"Lo sé, lo sé, sólo quería venir y asegurarme de que estamos bien, no has respondido mis mensajes de texto o llamadas y estaba preocupado por mi novia", dice con tristeza.
"Oh, ¿ahora soy tu novia? Porque no era así cuando estábamos en el cine", digo acusadoramente.
"Lu, por favor, no pienses demasiado en eso, no lo hice con esa intención", dice de manera tranquilizadora, pero cruzo los brazos sobre mi pecho y aparto la mirada.
Entonces comienza a acariciar mis brazos, mi espalda, luego toma mi rostro gentilmente entre sus grandes manos y me besa tiernamente, al principio me quedo quieta, pero es casi imposible resistirme, así que le devuelvo el beso y en cuestión de segundos el beso se intensifica tanto que siento como si un fuego cobrara vida dentro de mí y recorriera todo mi torrente sanguíneo, envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y entrelazo mis dedos en su cabello.
Empieza a guiarme a mi pequeña cama y poco a poco empieza a desnudarme, primero me quita la blusa y luego los jeans, cuando está a punto de desabrocharme el sostén, alguien toca la puerta y escucho a mi mamá decir:
"¿Lucy? ¿Estás bien? Te escuché gritar"
Mierda.