JOSHUA
Hoy la farsa comienza con una doble función: primero, iremos al ala de cáncer del hospital local junto con Ben, allí mi padre anunciará el nuevo programa para ayudar a los niños con cáncer y hará una donación en nombre de la Fundación Arlington, Lucy va con nosotros porque se negó a dejar que Ben fuera a ningún lugar sin ella a su lado.
Después de eso, viajaremos a las montañas donde mi familia tiene un chalet y habrá una cena de Nochevieja, un periódico local tomará fotos de la ocasión, especialmente de Lucy y yo actuando como una pareja enamorada, y mañana regresaremos a casa y tendremos que volver a la horrible realidad donde ella básicamente me ignora la mayor parte del tiempo.
Estoy paseando de un lado a otro de las puertas principales mientras esperamos a Lucy y Ben, estoy nervioso y es inútil disimularlo, mi padre me ve y resopla, mi madre me mira con compasión y Zara se acerca a poner una mano en mi hombro.
"Vas a cavar un hoyo en el suelo si no te detienes", me dice en voz baja pero tensa.
"¿Y si todo sale mal? ¿Y si los medios se enteran de que todo es falso y empiezan a atacarlos? Esto no es buena idea Zara, se lo he dicho a todo el mundo, pero nadie quiere escucharme, tenemos tiempo de parar esta locura, por favor" le imploro, y ella suspira.
"No seas tan pesimista, todo saldrá bien, y cuanto más rápido hagamos esto, más rápido podrás empezar a rogarle que te perdone y vuelva contigo... otra vez", agrega.
En ese momento vemos a Lucy y Ben acercándose, mi padre murmura "Finalmente" en voz baja y Zara niega con la cabeza, pero decido ignorarlo, porque solo tengo ojos para ella, se ve hermosa, tiene jeans negros ajustados, un suéter n***o y botas negras, con un abrigo color crema y su cabello suelto en ondas que caen sobre sus hombros y espalda, tiene un maquillaje ligero pero totalmente favorecedor.
Ben por su parte no se ve tan bien, ha perdido peso y se ve un poco pálido, ambos caminan despacio, aunque es evidente que Lucy lo hace para no forzar a su hermano pequeño, cuando están lo suficientemente cerca, nos saluda con la mano y Ben hace lo mismo.
"Lamento mucho llegar tarde, Ben tuvo una mañana difícil", nos dice mientras mira a su hermano con dulzura y se le forma una arruga entre las cejas, una señal inequívoca de que está preocupada.
"Si Ben no se siente bien, podemos reprogramar esto", le digo y mi padre responde de inmediato.
"No, será peor porque tendrá que pasar por todo esto de nuevo y caminar de regreso aquí, es mejor salir de esto hoy, seremos rápidos", dice y aprieto los puños. .
"Está bien, quiero ir hoy", interviene Ben con su vocecita.
Mi madre le sonríe y se acerca a él en cuclillas para estar a su altura, luego con voz suave dice "Ben, cariño, si no te sientes bien no tienes que esforzarte, está bien, lo entenderemos".
Mi papá no parece feliz con esto y se inquieta a mi lado, pero antes de que pueda decir algo, Ben responde:
"No, estoy bien, de verdad"
"Bueno, escuchaste al chico, está perfectamente bien, ¡así que vamos!" exclama mi padre, y se escucha un suspiro exasperado de mi madre y Zara al mismo tiempo.
Mi madre y Zara suben al primer coche, mientras que mi padre, Lucy, Ben y yo nos subimos a la furgoneta negra aparcada detrás.
Lucy está en silencio la mayor parte del camino, pero Ben y yo no hemos dejado de hablar, me ha contado cómo han sido sus clases y cuánto extraña jugar a la pelota en el recreo, luego inesperadamente se vuelve hacia mi padre y le pregunta:
"¿Cuál es su deporte favorito?" con una voz clara y curiosa.
Mi padre parece sorprendido por un momento, pero luego parece pensarlo y responde "Cuando estaba en la universidad me gustaba jugar al polo, pero no lo he vuelto a hacer en muchos años".
Lucy y yo lo miramos en estado de shock, ya que mi padre rara vez responde preguntas personales y es conocido por no ser paciente con los niños pequeños.
"¿Y por qué no?" Ben pregunta de nuevo.
"No sé, solía jugar con mis compañeros en Inglaterra, pero no es un deporte muy popular aquí y realmente no tengo con quién jugar", responde encogiéndose de hombros.
"Podría jugar contigo ..." comienza Ben y Lucy parece que se va a ahogar por la sorpresa "Pero, no sé cómo jugar", le dice con el ceño fruncido y mi padre deja escapar una pequeña sonrisa, ¿o lo estoy imaginando?
"Se juega con un palo muy largo y una pelota, los jugadores de un mismo equipo se lo pasan entre ellos hasta que marcan un punto en la portería contraria", explica mi padre.
"Eso no suena tan difícil", le dice Ben.
"No, pero los jugadores lo hacen montando a caballo", le dice mi padre, y Ben abre su pequeña boca con una expresión casi cómica.
"Bueno, Zara me ha estado enseñando a montar a caballo, tal vez podría practicar con ella primero" le dice, y mi padre niega con la cabeza.
"Todavía eres demasiado pequeño para sostener el palo", le dice y Ben hace pucheros.
"Bueno, supongo que debería practicar hasta que tenga la edad suficiente para jugar, ¿verdad?" pregunta.
"Sí, definitivamente deberías esperar", le dice mi padre, pero Ben frunce el ceño y luego pregunta:
"¿Cuánto tendré que esperar?"
"No lo sé, tal vez un par de años más", responde mi padre y Ben frunce los labios.
"Mmm, no sé si tengo tanto tiempo", dice pensativo como si no fuera gran cosa, y mi padre parece estar a punto de golpearse a sí mismo por decirle eso.
Cuando me vuelvo para ver a Lucy, veo cómo se seca una lágrima de la mejilla de manera disimulada y luego mira por la ventana.
Después de eso, nadie más dice una sola palabra hasta que llegamos al hospital.
Hora del show.